como verá querido lector,
he debido ausentame un tiempo de estas cálidas diatribas por motivos del más variado surtido, entre las que no se encuentran debilidades de salud.
a pesar de mi llamativa propuesta mundialista, paso a informar:
- que no prosperó ningún plan posible con sujetos periféricos a mi círculo más íntimo.
- que desistí al plan familiar por notar que a nadie le interesaba ni el fanatismo por el fútbol ni la extravangancia del mundial, y que preferían utilizar el primer partido como pretexto para que yo cocinara pizzas.
- que nobleza obliga y que hago rancho aparte con mis amigas. que si bien, salvo una que ya se ha ganado el mote de la "fundamentalista del mundial", las restantes vendrán más seducidas por el pijama party que arranca la noche anterior y por las exquisiteces pedidas por encargo al mejor lugar de desayunos de esta ciudad, que por el frenesí mundialista.
